De pena
lo peor de todo es la comida que a pesar de ser escasa; sabia a periodico, por lo que no descarto que la prensa diaria fuera incluida en el menu.
las habitaciones son, como decirlo, tipo tienda de campaña, los almohadones son como folios.
el trato del personal es inaceptable, sobre todo la dueña, que por cierto tenia cara de perro y nos trataba como a uno de ellos.
la supuesta terraza, es un hueco de 2 x 2 lleno de basura, con un tubo en el medio por donde bajaban los desperdicios de las habitaciones.