Os aconsejo el arte de navegar porque da más de lo que se puede adquirir con dinero, humildad y confianza en si mismo, valentía y bondad, me da mucha fuerza y delicadeza, estos son los regalos a nosotros los navegantes.
Mar afuera, cuando estamos en nuestro elemento, solos con nuestro barco y las estrellas, las pequeñas molestias de la vida en la costa se reducen rápidamente a sus proporciones verdaderas.
Hace tres años mi vida cambio 360 y toque fondo pero en dos meses el destino me ayudo conocí un velero, que es algo vivo, así lo siento después de un año como armadora, siento que tiene alma y sentimiento propio, quiero compartir este arte con mujeres que como a mí nos a seducido el mar.
Es muy terapéutico, experimentar el placer de conocer y de vivir algo nuevo.